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"Quod licet Iovi, non licet bovi" (Lo que está permitido a Júpiter, no está permitido a un buey).
EXECUTIVE SUMMARY (Artículo en español sigue a este resumen ejecutivo en inglés)
A formal petition has been submitted to the Apostolic Nunciature in a European country requesting the suspension ad cautelam of the scheduled diaconal ordination of Isaí Zarza on 7 September 2025 in Rubielos de Mora, Spain.
The petition highlights:
Grave concerns about moral suitability: Zarza was previously expelled from the Zaragoza seminary after being discovered in sexual misconduct with another seminarian, yet was later readmitted under a different bishop and rector.
Documented evidence: A diocesan priest uncovered and submitted electronic proof of explicit acts involving Zarza and two other seminarians. Despite this, one was ordained and Zarza is now set to proceed toward ordination.
A pattern of omission: The evidence was ignored by seminary authorities, while the implicated candidates advanced.
Harassment of a fellow seminarian (VF): The same individuals engaged in midnight harassment calls, using information leaked from confidential formation reports. A criminal complaint has been formally admitted by a civil court in Spain.
Sacrilege: Some acts took place in parish residences directly above the reserved Blessed Sacrament, constituting sacrilege under the Catechism (CEC 2120) and irregularity under canon law (c. 1041 CIC).
Broader network of irregularities: Zarza is also linked to Vicente López-Brea, a priest who became embroiled in political and sexual scandal shortly after his ordination.
The petition bases its canonical argument on:
c. 241 §§1–3 CIC (requirement of veracious reports from prior formators),
c. 1029 CIC (virtues and good morals as indispensable conditions),
cc. 1034–1036, 1039 CIC (formal requirements insufficient without moral integrity),
c. 1041 CIC in connection with CEC 2120 (irregularity through sacrilege),
CEC 2284–2287 (scandal to the faithful), and
cc. 1717 and 1722 CIC (obligation of investigation and precautionary suspension).
The letter also invokes the philosophy of Xavier Zubiri, underscoring that justice, in its most radical sense, consists in aligning with reality: no ecclesial decision is legitimate if it disregards the moral truth of the facts and the dignity of persons.
The petition concludes by requesting an immediate suspension of the ordination and the opening of a canonical investigation, stressing that to proceed otherwise would gravely endanger the credibility of the Church and the spiritual good of the faithful.
En el marco de sus múltiples viajes a Reino Unido, y ante la actual ausencia de Nuncio en España, nuestro compañero Jordi Picazo presentó en la Nunciatura Apostólica de la Unión una petición formal de suspensión ad cautelam de la ordenación diaconal de Isaí Zarza y de apertura de investigación previa. El escrito, dirigido a la Santa Sede, se apoya en abundante documentación y en pruebas ya judicializadas, y subraya la gravedad de permitir que prosiga una ordenación sacerdotal en medio de serias dudas sobre la idoneidad moral del candidato Isaí Zarza, acusado ante la justicia civil de acoso telefónico, bullying, insultos a otro seminarista. Isaí Zarza ha sido denunciado por turbios escándalos sexuales, y el obispo Satué le ordenó diácono el 7 de setiembre de 2025 siendo conocedor de estos escándalos. Antes de la ordenación, la prensa ya se hizo eco de su nombramiento como encargado de 10 parroquias.
Buena lectura.
Jacques Pintor
Para aportar más información, entrevistas, denuncias, dirigirse al correo de este sitio web. Copyright © 2025 JACQUES PINTOR, Investigative Journalism. Any reference to this information must cite its origin, “Jacquespintor.com”. For more information, to provide it, or to request interviews with sources, write to jacquespintor@gmail.com.
Solicitud de suspensión ad cautelam de ordenación diaconal (Isaí Zarza) y apertura de investigación previa
Excelentísimo y Reverendísimo Monseñor,
Con filial respeto me dirijo a Vuestra Excelencia para poner en su conocimiento un asunto de máxima gravedad que afecta a la disciplina del clero en España y que, por su inminencia, requiere urgente intervención de la Santa Sede.
Actualmente la Nunciatura Apostólica en España se encuentra vacante tras la salida de Monseñor Bernardito C. Auza, recientemente nombrado Nuncio ante la Unión Europea por nuestro amado Papa Francisco mientras agonizaba. Por este motivo, y hallándome temporalmente residiendo en Inglaterra, me dirijo respetuosamente a Vuestra Excelencia en su calidad de representante pontificio más cercano, para poner en su conocimiento este asunto.
El próximo 7 de septiembre de 2025, en Rubielos de Mora (Teruel, España), está prevista la ordenación diaconal de Isaí Zarza Pallazhco (adjunto copia del decreto diaconal correspondiente), que presidirá Monseñor José Antonio Satué, quien se instalará como obispo de Málaga a finales de septiembre dejando la diócesis vacante. Ese mismo día, en Roma, la Iglesia celebrará con júbilo la canonización del beato Carlo Acutis, reconocido por su ardiente amor a Jesús Eucaristía y por haber mostrado al mundo el rostro del único y eterno Sacerdote, Cristo Nuestro Señor. La paradoja resulta escandalosa: mientras en Roma se canoniza al joven que vivió y predicó la centralidad de la Eucaristía, en España se ordena diácono a un candidato cuya trayectoria está marcada por graves escándalos morales y por una deficiente verificación de idoneidad que podrían escandalizar gravemente al pueblo de Dios si su ordenación prosigue sin más, amén de poner en grave peligro el bien jurídico que es la integridad moral de los menores que le serán encargados en la formación moral y catequética.
La responsabilidad de este último punto si se probase, sería punible ante la justicia Española y el Derecho Canónico, y las posibles responsabilidades canónica y penal en el Derecho español serían imputables al obispo promotor del candidato, y a los que conocieran o no solicitaran los informes por su deber de vigilancia según contempla el código penal español. Cabe aquí recordar que Monseñor Satué tiene pendiente la resolución de una denuncia civil ante la justicia Española contra su persona por presidir y dictar sentencia en un juicio contra un laico, después de un anterior juicio canónico absolutorio, vulnerando la presunción de inocencia, y con una condena anunciada antes de la celebración en medios con anterioridad, hasta el punto que Monseñor Satué invitó en carta escrita al acusado a “pedir perdón” por su culpa al demandante, antes del juicio. Eso provocó dos sendas cartas a los obispos de España y a la Santa Sede firmadas por múltiples juristas, catedráticos de universidad e intelectuales denunciando el grave escándalo procesal y contra derecho del procedimiento.
Isaí Zarza fue expulsado del Seminario Metropolitano de Zaragoza presuntamente por actos sexuales con otro seminarista en las instalaciones, según testigos. Este hecho es contrastable, pues posteriormente el Rvdo. Miguel Ángel Estella (párroco de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Zaragoza) le brindó alojamiento y protección tras la expulsión, restando importancia al incidente bajo la etiqueta de “cosas de la juventud”, mientras Isaí finalizó tras ese momento sus estudios de Historia del Arte en la Universidad de Zaragoza. Es decir, a pesar de haberse constatado una falta gravísima contra la disciplina y la castidad clerical, Isaí continuó frecuentando ambientes eclesiásticos bajo la tutela indulgente de personas influyentes en la archidiócesis.
Parte de las conductas sexuales de Isaí mencionadas tuvieron lugar en viviendas anexas a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Zaragoza, cuyo párroco era Miguel Ángel Estella, con el Santísimo Sacramento reservado en la planta inferior. Tales actos califican objetivamente como sacrilegio (CEC 2120) y constituyen irregularidad canónica para recibir órdenes sagradas (c. 1041 CIC).
Posteriormente, y a pesar de los informes negativos, fue readmitido bajo otro arzobispo (el actual, Monseñor Carlos Escribano) y otro rector (el actual, Rvdo. Javier Pérez Mas) en el itinerario formativo, hasta ser acogido en la Diócesis de Teruel-Albarracín como único seminarista por Monseñor José Antonio Satué. Tal proceder ignora lo exigido por el c. 241 §1–3 CIC, que manda recabar informes veraces de los formadores y superiores anteriores.
A lo anterior se añade un conjunto de hechos probados y denunciados que revelan con mayor gravedad la irregularidad del proceso formativo de Isaí Zarza. El Rvdo. José Carlos, de la diócesis de Tarazona, accedió accidentalmente en su propio ordenador a pruebas gráficas y electrónicas que mostraban al ordenando Isaí Zarza, al ahora sacerdote (entonces diácono) Daniel Clemente y al seminarista por Burgos Jesús Roy en actos sexuales en redes, según su propio testimonio. Jesús Roy utilizaba con frecuencia el ordenador del Rvdo. José Carlos en la casa de este, y se habría dejado la sesión abierta un día.
El Rvdo. José Carlos guardó dichas pruebas en soporte electrónico y las entregó personalmente al Rvdo. Javier Pérez Mas, rector del Seminario Metropolitano de Zaragoza y director de la Oficina de Denuncia y Prevención de Abusos Sexuales de Aragón. Sin embargo, no se adoptaron medidas. Clemente fue ordenado sacerdote, y Zarza continuó su itinerario hacia el diaconado.
La evolución de la relación entre el Rvdo. José Carlos y el seminarista por Burgos Jesús Roy es también reveladora: pasó de cierta familiaridad impropia a abierta animadversión tras la ruptura sentimental, que sitúa al Rvdo. José Carlos en una posición de testigo privilegiado de la conducta de este grupo.
Contemporáneamente a este suceso, el seminarista identificado como VF fue objeto de acoso telefónico nocturno por parte de los mismos seminaristas mencionados, lo que motivó una denuncia penal ya admitida a trámite hoy día contra Jesús Roy y el ahora ordenando Isaí Zarza, en los Juzgados de Alicante, España. VF había sido poco tiempo antes apartado del seminario metropolitano de Zaragoza recibiendo la sola explicación de que “pasaba mucho tiempo solo, en oración”, que “no le veían como sacerdote diocesano” o que “no sería un pastor con olor a oveja”.
En esas comunicaciones telefónicas, Roy y Zarza llamaron a VF “reliquero”, “demasiado pío”, “chupapollas” y “loco”, con la finalidad evidente de ridiculizar su vida de oración y fidelidad a la tradición, marginarlo y debilitarlo psicológicamente. En una de ellas, habiendo acordado VF en agregar a José Carlos a la llamada silenciadamente, el Rvdo. José Carlos escuchó en directo y reconoció la voz de Isaí Zarza, a quien increpó: «¡Sinvergüenza, Isaí!». Zarza y Roy utilizaron detalles con VF que solo podían proceder del informe confidencial, lo que indica una filtración indebida de documentación sensible.
A la luz de estos hechos, la normativa canónica resulta aplicable con claridad:
c. 241 §§1–3 CIC: obliga a recabar informes veraces de formadores y pastores anteriores; sin embargo, tras su expulsión en Zaragoza, Isaí Zarza fue readmitido en Teruel-Albarracín sin proceso transparente ni rehabilitación adecuada.
c. 1029 CIC: establece que solo deben promoverse a las órdenes quienes tengan “recta intención, virtudes probadas y reputación de buenas costumbres”. El historial de Zarza contradice este requisito sustantivo.
cc. 1034–1036 y 1039 CIC: aunque las formalidades (ministerios, petición escrita, retiro) puedan haberse cumplido, no suplen la carencia de idoneidad moral exigida en el canon 1029.
c. 1041 CIC en conexión con el CEC 2120: los actos sexuales cometidos en viviendas anexas al Sagrado Corazón de Jesús, con el Santísimo Sacramento reservado en la planta inferior, constituyen sacrilegio y configuran irregularidad para recibir órdenes sagradas.
CEC 2284–2287: los hechos son escándalo grave, que inducen al mal a otros seminaristas y lesionan gravemente la credibilidad de la Iglesia.
cc. 1717 y 1722 CIC: la verosimilitud de los hechos obliga a la apertura de investigación previa (1717), y faculta a adoptar medidas cautelares —incluida la suspensión de la ordenación— para evitar escándalo, proteger a las víctimas y garantizar la justicia (1722).
Además, la trayectoria de Isaí Zarza se vincula con un círculo clerical marcado por irregularidades similares. El ahora oficial del Dicasterio para los Obispos, que en su día fue rector del Seminario de Zaragoza, Monseñor Fernando Arregui, advirtió al obispo de Huesca-Jaca que no debía ordenar a Vicente López-Brea, a quien conocía de joven y sabía inidóneo. Sin embargo, el obispo procedió a ordenarlo igualmente. López-Brea ha protagonizado recientemente un grave escándalo político, sexual y eclesial en Aragón, habiendo dedicado sus tres años de sacerdote a preparar su salto a la función pública, mientras acababa un máster en Derecho y hacía prácticas en Zaragoza, a más de 120 km de Jaca donde tenía su encargo de 15 parroquias. Según testimonios cercanos a estas personas Isaí Zarza mantuvo con él una relación íntima prolongada, asimilable a un noviazgo.
El todavía sacerdote Vicente Jesús López-Brea Urbán, recientemente ha protagonizado un sonado escándalo político, sexual y religioso en Aragón. Vicente López-Brea, hasta hace poco párroco en la diócesis de Huesca-Jaca, fue conocido por llevar una doble vida: frecuentaba círculos de encuentros sexuales incluso hasta poco antes de su propia ordenación sacerdotal; solicitaba sexo a un ex novio poco antes de ordenarse; descuidó sus obligaciones pastorales en una quincena de parroquias mientras perseguía ambiciones civiles, acababa un máster en derecho hipotecario, escribía en diarios sobre patrimonio artístico de la Iglesia, hacía las prácticas de derecho en un bufete de Zaragoza a 120 km de sus obligaciones pastorales, y preparaba y se presentaba a oposiciones a pinche de restaurante de hospital para quedar en listas de interinaje de cargos públicos.
Todo ello para, posteriormente, saltar a un alto cargo de dirección de salud pública, mientras seguía siendo clérigo en activo y conservando su paga de la Iglesia, al carecer la Diócesis de Huesca-Jaca de obispo, y dejar el Administrador Apostólico Monseñor Vicente Jiménez el asunto para el que viniera después.
Este nombramiento desencadenó una tormenta mediática y eclesial. La oposición política elevó una queja al partido del gobierno de Aragón en sesión en las Cortes de Aragón pidiendo cuentas de esta promoción por influencias político-familiares-religiosas.
Los hechos aquí relatados pueden ser avalados por testigos concretos y dispuestos a colaborar o de los que se solicite la colaboración: el sacerdote José Carlos, de la diócesis de Tarazona, quien entregó personalmente las pruebas gráficas a Javier Pérez Mas; Monseñor Alfonso Palos, ex rector del seminario metropolitana de Zaragoza, conocedor del historial de Isaí Zarza; el exnovio de Vicente López-Brea, identificado con las iniciales RM, que puede dar fe de la relación pública entre ambos y de la expulsión de Isaí del seminario y la relación de este con López-Brea y actos de cariz sexual; el seminarista víctima (VF), apartado por “ser demasiado tradicional” y luego acosado con datos de su propio informe confidencial; el padre Ion, formador en Tarazona que advirtió sobre estas irregularidades del apartamiento de VF en un principio; el obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo, conocedor de la doble vara de medir aplicada en estos concretos procesos; el sacerdote Javier Martínez, hoy párroco en Pinseque, quien sufrió también discriminación por su perfil tradicional y cuya readmisión fue posible solo gracias a la intervención directa de su obispo Vicente Jiménez Zamora; y el mismo Javier Pérez Mas.
Excelencia Reverendísima, apelo no solo a las normas escritas sino también a los principios morales y antropológicos más profundos que guían a la Iglesia. La tradición jurídica católica siempre ha sostenido que la validez y licitud de los actos eclesiales dependen de su conformidad con la verdad y la justicia, más allá de la mera observancia formal. En este sentido, la reflexión filosófica de Xavier Zubiri –filósofo al cual Vuestra Excelencia ha estudiado en profundidad en su propia trayectoria académica– nos ofrece una luz particularmente relevante. Zubiri desarrolló lo que él denominó el “concepto radical de Derecho”, subrayando que el Derecho, en su raíz, no es simple legalidad exterior sino exigencia intrínseca de justicia fundada en la realidad. Dicho de otro modo, una ley o decisión solo es legítima si se alinea con el orden moral objetivo inscrito en la realidad de las cosas y de las personas. En palabras del mismo Zubiri, «en su sentido más radical la justicia consiste en ajustarse a la realidad»[1].
Ninguna decisión de ordenar a D. Isaí Zarza sería verdaderamente justa si pasa por alto la realidad personal y moral que rodea a este candidato. Contrariamente a este planteamiento, existen serias dudas sobre la idoneidad presente de este candidato para el ministerio sagrado.
Permitir que un candidato con posibles sombras graves en su historial sea ordenado no solo sería una imprudencia pastoral, sino que constituiría una injusticia en múltiples planos:
Injusticia hacia los fieles, que tienen derecho a pastores de intachable conducta;
injusticia hacia las posibles víctimas u ofendidos, cuyas voces quedarían silenciadas;e injusticia hacia el propio D. Isaí Zarza, quien merece –por el bien de su alma– no ser admitido a un estado de vida para el que pudiera no estar aún preparado moralmente.
En suma, tal ordenación apresurada iría contra el verdadero bien de la Iglesia, que nunca puede edificarse sobre la simulación, la ocultación o la claudicación ante presiones humanas.
Resulta, por lo considerado hasta aquí, canónicamente inexplicable la readmisión del candidato Isaí Zarza a su camino al sacerdocio por la Diócesis de Teruel tras haber sido expulsado en Zaragoza. Aunque el candidato haya cumplido las formalidades de los cc. 1034–1036 y 1039, subsiste una duda gravísima sobre su idoneidad moral y afectiva que impide lícitamente su ordenación (c. 1029 CIC).
Excelencia, el cuadro es de una gravedad excepcional:
Acusaciones de conductas sexuales explícitas entre seminaristas en el mismo seminario.
Sacrilegio en proximidad al Santísimo con actos sexuales pecaminosos.
Acoso a un seminarista apartado por su fidelidad a la tradición.
Filtración de informes confidenciales a acosadores presuntamente por parte del rector del seminario.
Protección de clérigos inidóneos por parte de obispos y rectores.
Testigos identificables (sacerdotes y seminaristas) que pueden avalar cada extremo.
Por lo expuesto, ruego humildemente la intervención de Vuestra Excelencia para que este asunto sea elevado al Dicasterio para el Clero y a las instancias competentes de la Santa Sede lo antes posible. Dada la inminencia de la ordenación diaconal, sería deseable suspender cautelarmente dicho acto hasta que se esclarezcan los hechos y se evalúe debidamente la idoneidad del candidato. Confío en que la Santa Sede sabrá tomar las medidas oportunas para prevenir un nuevo escándalo público y para garantizar que quienes acceden al sacramento del Orden poseen la integridad moral exigida por la Iglesia.
Por todo ello, y en virtud de los cc. 1717 y 1722 CIC, solicito en conciencia la suspensión ad cautelam de la ordenación prevista hasta que se practique la investigación previa con instructor y notario, se recaben los testimonios pertinentes y se revisen los informes de admisión interdiocesana (c. 241 CIC) condición indispensable para la validez de la admisión. En conciencia y en derecho, vale la salus animarum suprema lex (c. 1752 CIC). Ordenar con duda seria vulneraría esa máxima. Fiat iustitia, ruat caelum.
Al hacerlo, me amparo en la doctrina perenne de la Iglesia (que exige absoluta certeza sobre la idoneidad de los candidatos al sacerdocio) y en la razón profunda del Derecho tal como la he evocado con ayuda del pensamiento de Zubiri: el Derecho canónico mismo, en su espíritu, no busca sino garantizar que las decisiones eclesiales se ajusten a la realidad del bien y de la verdad. Vuestra Excelencia, con su notable formación filosófica y jurídica, comprenderá que suspender esta ordenación en las actuales circunstancias no es dilatar injustamente un “derecho” del candidato, sino precisamente salvaguardar el Derecho en su sentido más radical, aquel que se identifica con la justicia objetiva. Solo procediendo así se hará honor a la verdad y se evitará un escándalo mayor, enviando además un mensaje inequívoco de que la Iglesia pone la realidad y la moral por encima de cualquier formalismo o interés temporal.
Por ello, me he permitido depositar esta causa en sus manos, ante la situación extraordinaria de sede vacante de la Nunciatura, y de interinaje del propio obispo de Teruel sobre su propia diócesis a la espera de ser recibido en tres semanas en otra dejando la suya vacante.
Me alienta recordar que la verdadera justicia, entendida como respeto activo a la realidad personal y a la ley moral, cuenta con la promesa del Señor: «Justitia et pax osculatae sunt» – la justicia y la paz se besan (Sal 85, 11). León XIV, como sus predecesores, grita Nunca Más La Guerra. Seguimos recorriendo el Jubileo de la Esperanza, regalo del Papa de la Esperanza y la Misericordia, sus dos palabras más resonantes ya desde el EMF de Filadelfia, en el que pude acompañarle. Esperanza es virtud teologal que tiene a Nuestro Señor por objeto. El día 7 Carlo Acutis es elevado a los altares por hacer de Cristo el objeto de sus acciones. El sacerdocio y su santidad es la columna de la Iglesia. Solo actuando con justicia podremos eventualmente restaurar la paz y la confianza en el seno de nuestra amada Iglesia.
Agradeciendo de antemano la atención que Vuestra Excelencia dispensa ya desde ahora a esta súplica, me despido reiterando mi obediencia filial al Santo Padre y a la Santa Sede, así como mi lealtad inquebrantable a la Iglesia.
Presento este escrito en tiempo y forma, conforme a los plazos y cauces disponibles, y solicito respetuosamente que se me indique si debo ajustar o rectificar la modalidad de esta impugnación para que quede válidamente registrada y tramitada ante la Santa Sede.
Quedo a disposición de Vuestra Excelencia para ser convocado en la Nunciatura si lo estima oportuno, y para proporcionar las direcciones postales y teléfonos de los implicados, a fin de que puedan ser contactados directamente por las instancias competentes.
Encomiendo este asunto a San Carlo Acutis (Deo Omnis Gloria) y al Beato Bartolomé Gutiérrez cuya memoria cae en el día de hoy, ¡feliz coincidencia!, nacido en México (donde Isaí ha acabado sus prácticas recientemente y donde van los seminaristas de Teruel a realizarlas), de la Orden de los Agustinos como León XIV, y trabajó en Manila, de donde procede el apartado Nuncio Bernardito de España. ¡Ven, Señor, no tardes! Con mi oración,
Jordi Picazo
[1] Corominas Escudé, J. (1996). Fundamentos de una ética liberadora. En Ética, desafíos y propuestas desde América Latina (Cuadernos Nueva América, 6). Argentina.
NOTA DE LA REDACCIÓN: El periodista español Jordi Picazo, único miembro de nuestro equipo radicado en España, vive en el exilio debido al acoso judicial continuo por su labor investigativa sobre la corrupción en la Iglesia. Sin orden judicial, se le ha denegado la renovación del pasaporte. La Prensa en España es del orden de una república bananera. 👉 Puedes leer más siguiendo este enlace, aquí.
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